domingo, 17 de enero de 2010

Voyeurismo


Una vaca despierta en Aix et l`Estaque con un poco más de un puño de hierba frente a ella. Pestañea, bosteza, un mordisco y Cendrars antes de mojarse los labios. Infiere al momento que al pandear el cuello y bajar la cabeza, más allá de la acción y L`enchanteur pourrissant, le resulta infalible un buen bocado de esa misma hierba para alejar el hambre. Rumia y rumia a un ritmo del todo hermoso, trompetas mágicas masticando el aire y los filamentos, hasta que luego de un rato y de muchas plazas públicas, atravieza el parque de Leighs para toparse con el culo de Cocteau y una foto de Man Ray en la pared: la vaca caga y se aleja, (más lo último que lo primero), coloreando de verde el trillo que lleva directo a las barbas atentas de un tal Cézanne.

1 comentario:

Cristián Marcelo dijo...

Muy interesante, espero que pronto publiques un libro...